lunes, 14 de abril de 2014

Perdámonos

Hoy quiero proponerte un juego, un viaje, un sueño. Hoy quiero proponerte que nos perdamos por las calles de cualquier ciudad, que nos comamos a besos hasta desgastarnos, que bailemos, gritemos, cantemos y hagamos el tonto como solo tú y yo sabemos. Porque hoy no tenemos límites, hoy podemos ser eternos, podemos sentarnos en un banco a comer pipas mientras vemos a la gente, podemos quedarnos en medio de la ciudad demostrando cuanto nos queremos y dándoles envidia a los demás. Podemos correr hasta agotarnos, tirarnos en el césped y observar que formas tienen las nubes. Podemos hacer locuras hasta que nos pillen o mejor, hasta que nos cansemos. Podemos ir al cine, da igual la película, solo importan las palomitas y nuestros besos. Podemos ir al parque, jugar como críos, encorrernos, saltar, columpiarnos y acabar en una guerra de cosquillas. Podemos recorrer cada calle, cada parque, cada bar, cada milímetro de la ciudad, porque en ese momento no importará el tiempo, ni la gente, ni si hace sol o si nieva, solo importaremos tú y yo.

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